Tuve la oportunidad de participar en una charla con mujeres vallartenses, organizada por el sistema DIF de Puerto Vallarta, donde tuvimos como invitada especial a Irinea Buendía Cortez, una mujer que ha hecho historia en la lucha contra el feminicidio en México.
Irinea es la madre de Mariana Lima Buendía, una joven que fue asesinada por su esposo, un policía judicial, en el 2010. El caso fue inicialmente clasificado como suicidio, pero Irinea no se conformó con esa versión y emprendió una batalla legal para que se reconociera la verdad y se hiciera justicia.
Después de varios años de enfrentar obstáculos, amenazas y revictimización, Irinea logró que la Suprema Corte de Justicia de la Nación se pronunciara por primera vez sobre un caso de feminicidio, y ordenara la reapertura de la investigación y el procesamiento del responsable.
Irinea nos compartió su testimonio de cómo ha convertido su dolor en una fuerza para defender los derechos de las mujeres y las niñas en México, y cómo ha inspirado a otras madres y familiares de víctimas de feminicidio a no rendirse y a exigir justicia.
Irinea es un ejemplo de valentía, de perseverancia y de amor. Su voz es la voz de su hija y de muchas más mujeres que han sido silenciadas por la violencia machista. Su lucha es la lucha de todas y todos los que queremos un país libre de violencias y discriminaciones. Su historia es una historia de esperanza, de dignidad y de resistencia.
Quiero agradecer a Irinea por su generosidad, por su sabiduría y por su inspiración. Gracias por acompañarnos en esta charla, y por enseñarnos que la justicia es posible cuando no nos rendimos. Gracias por ser una luz en medio de la oscuridad, y por no dejar de buscar la verdad. Gracias por hacer comunidad, por hacer historia y por hacer patria.